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sábado, 11 de diciembre de 2010

De visita...Giacomo Pappalardo

Desde hace bastante tiempo, venía siguiendo muy de cerca las obras que este artista italiano lleva a cabo, causandome todos ellas gran asombro.
Es por esto que cuando me enteré que se había mudado de su país de origen a Gallicia no lo dudé ni por un momento y, tras ponerme en contacto con él mediante correo electrónico primero y telefonicamente después y tras quedar para un día concreto, allá me fuí.

LLegó el día y de entrada, la primera impresión que saco de Giacomo es la de ser un tipo de lo más sencillo y absequible.
Un apretón de manos, unos saludos y me queda claro ya que, muy lejos de lo que me podría esperar, estoy ante un artista nada engreído aún a pesar del nivel de perfección artística y reconocimiento en el que se mueve ya que, aunque solo fuera por esto último, tendría suficientes motivos para ello. ¡Me cae bien este Giacomo!.
Despues de esto la tensión inicial ( tensión seguramente solo por mi parte) decae, respiro mejor y hablamos.
Hablamos de sus inicios, de su pasión por el bonsai, de el porqué de su "reciente" afincamiento en Galigia.
Está casado con una gallega...no se le puede negar que tenga buen gusto.
En definitiva, hablamos de unos pocos temas y de muchas cosas.

Y a todo esto que mis ojos van de Giacomo a los árboles y de los árboles a Giacomo. Debe de notarlo porque me dice que les eche un vistazo. Que me siente como en mi casa.
Y así, de esta forma, doy comienzo a un periplo de lo más interesante, embelesado por aquellas, sus obras, por tos conocidas y  mil veces vistas por mí en revistas, artículos y demás.

En estas estoy cuando de pronto, ¡horror!. La cámara de fotos empieza a dar problemas.

Es por esto que el reportage fotográfico de este post es más bien escaso y que la calidad de alguna de las fotos así como la excasa cantidad de las mismas no le hagan justicia a los muchos y buenos árboles que allí había.
Está claro que después de esto le doy la jubilación.



                   Foto a la entrada del  jardín en la que podeis a la " mantis religiosa". Juniperus comunis.

                       



          Un alerce. De lo mejorcito que he visto en esta especie.¡ Pa flipá!

              



Quercus. Un perejito de roble...¡¡¡no coment!!!







Si en otros post escribí que en bonsai había que evitar las formas semicirculares o en forma de arco salvo honrrosas excepciones, esta es una de ellas. ¡Un círculo al completo!. Uno de los juniperus comunis más famosos de Giacomo al que también le ha puesto nombre...aunque ahora no me acuerdo.








Mirases donde mirases, 
cientos de Yamadoris  a la
espera de que el artista deje
su huella en ellos.
En las fotos: dos pinos mugo
y una pícea. 







Esta sabina rastrera me tenía alucinadito. Pues bien, si buscais a Giacomo en Facebook podreis ver lo que ha echo con ella. Sencillamente...wonderfull.




Para terminar, el echo de que Giacomo halla finalmente terminado por "arrivar a las costas gallegas" , lo considero sin duda alguna como un lance de fortuna.
¡Bienvenido!.
¡Benvido!

2 comentarios:

  1. Menos mal que te falló la máquina que si no menuda indigestión de cosas guapas. No será la última vez que visitemos este jardín lleno de cosas impresionantes.
    Me quedo con el roblatu.
    Un abrazo.

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  2. No te fastidia...con el roblatu me quedo yo.
    Nos entendemos Angel jejeje.
    Un abrazo.

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