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lunes, 28 de mayo de 2012

De raíz



De nuevo un árbol que en bonsai no es que se prodigue mucho. De nuevo un árbol que, debido a la tendencia de esta especie a secar ramificación fina durante la estación fría, ha quedado un poco dejada de lado, postergada al olvido de los bonsaikas.
Pero una especie que, bien llevada, puede no solo dar un "bonsai acabado" en muy poco tiempo sinó que además también, para los que siempre sentimos la necesidad de traernos algo entre manos (ya sea pinzar, podar, alambrar...o lo que se tercie), hará las delicias de todos aquellos "impacientes", debido a su muy rápido crecimiento que, muy a menudo, de no prestarle la atención adecuada hará que se nos desmelene.

A todo esto, debo decir que si bien y, como ya os comentaba anteriormente, la tendencia de la especie es la de secar ramificación fina y, ante el hecho de que tras probar un experimento no halla secado ramificación alguna tras un largo invierno, creo que puedo decir que se podrían abrir nuevas posibilidades para que esta retome de nuevo la atención del bonsaika que tras provar con ella y ante la evidencia del secado de buena parte del ramaje, la halla terminado por dejar finalmente de lado.

De probar de nuevo este invierno y de no secar ramificación, tened por seguro que publicaré un post al respecto. Hacerlo ahora sería, quizás, demasiado prematuro por no estar suficientemente contrastados los resultados.




Se trata de un sauce (un salgueiro en mi tierra). Para los que gustan de nombres científicos:





                                                         SALIX ATROCINEREA





El especimen en cuestión fué recolectado allá por el 2008 y, como para aquel entonces no poseía entre mi colección ningún árbol en cascada, pareciéndome que este sí se adaptaría a ese estilo, lo planté como tal, esperando eso sí que brotase a mitad de tronco para luego proceder a su recorte.
Cosa que, como suele ocurrir en la mayoría de los casos, no fué sinó que brotó por su extremo final, desprendiendo además y por si solo corteza a mitad de tronco, quedando de esta manera descartada la posibilidad de un cascada.


Parecía pues necesario un cambio de plantado. El cual consistiría en levantarlo unos 120º hasta la vertical.

Claro que, tras este cambio de plantado también consideré necesario la realización de un ahuecado que le diese algo de caracter al tronco, siendo éste más acusado en su dorso que en su parte frontal (por el momento). 


 Aquí os pongo un enlace para el que quiera echarle un vistazo




http://wwwbeial.blogspot.com.es/2011/05/ahuecandoevolucion.html






Llegado a este punto, se hacía necesario escoger un posible frente de cara a poder continuar con un planing de trabajo o modelado de cara al futuro.



Y estas eran los dos posibles frentes que barajaba por aquel entonces.


 Siendo a la postre el segundo de ellos el escogido para tal fin.


El problema ahora era que, no sólo no había brotado a diferentes alturas para a partir de ahí ir distribuyendo ramas a modo de rama primaria, secundaria..., etc, sinó que únicamente tuvo una brotación apical que bifurcaba en dos, de forma que sería esta la que además de servir de continuación al tronco tras bajarla, sería la que daría lugar a todo el ramaje restante a modo de ramas primarias, secundarias y tal y tal.


Otro de los problemas era que en función de como se la había dejado crecer pensando en distribuirla como continuaciòn
de la cascada, el resultado era que ahora se venía demasiado
hacia el frente y, puesto que el grosor alcanzado era ya considerable, la idea de llevarla hacia su lado izquierdo de forma que armonizase mejor con el movimiento del tronco, se preveía harto difícil.
Eran por tanto dos las opciones que barajaba.

Por un lado estaba la idea de enrafiarla y con la ayuda de tutores y vuelta a enrafiar, llevarla hasta el lugar deseado.

Por otro, se me ocurrió que tal vez utilizando una barra a modo de anclaje y utilizando un tesor la podría ir llevando poco a poco allí donde la quería.

No sé si acertadamente, pero esta fué la opción escogida y el caso es que, a los pocos, la rama terminó por ir a parar justo donde la creía necesaria.
En la foto de la izquierda: con la barra de marras y ya brotado.

Decir que entre esta foto y la siguiente solo hay un año de dieferencia. Lo que viene a demostrar aquello de la velocidad de crecimiento de esta especie que os comentaba.

Entre medias se hizo necesario una limpieza de la madera muerta, aplicación de sulfato cálcico, endurecedor por aquello de evitar podredumbres y por tratarse de una de las maderas que más rápido sucumben si no se les trata debidamente y, alambrado...mucho alambrado.



Claro está que, a día de hoy, todavía está muy lejos de poder considerarlo un bonsai como tal. Se podría decir que está a medio camino.

Por lo pronto se me ocurre que falta por dejar engordar ramas donde requieran más grosor. Por la contra, contener tanto en longitud como en grosor aquellas que si han alcanzado ya el grosor deseado. Pinzar brotes, eliminar ramas y subramas que crecen hacia abajo, defoliados varios y un largo etc.

También, por supuesto y como no, escogerle una maceta que le valla a juego...






Bueno, si es que hay alguien que halla llegado hasta aquí en la lectura, puede ser el caso que se esté preguntando a santo de qué viene el título de este post.

Pues bien, este se debe a que lo que estabais viendo durante todo este tiempo, no se trata en realidad de un árbol sinó de una


                 RAIZ,




siendo a la postre la rama que le sirve como continuación una rama baja y entonces a ras de suelo de lo que era un antiguo tronco en su mayor parte ya podrido y que eliminé en el momento de su extracción.



Asomaba la raíz en el barranco...







SALUDOS.



miércoles, 23 de mayo de 2012

Nuevas inquilinas IV

Cuarta y última entrada de las dedicadas a las sabinas que este año han pasado a formar parte de mi colección pero a las que no quisiera darles término sin que antes os pusiese sobreaviso de lo que no hay que hacer cuando es que os hecheis a las montañas.
Lo primero de todo y, con esto no puedo predicar con el ejemplo, es NO IR NUNCA SOLOS.

A veces ocurre que la distancia recorrida hasta el lugar de destino es mucha, por ende se entiende que los kilómetros recorridos también lo son...a parte del madrugón que uno se pega.

Por esto mismo y ya se sabe...por aquello de no hacer el viaje en valde aún a sabiendas de que el cielo amenaza con romper a nevar y aún así seguir adelante, más bien seguir hacia arriba, no sé si es locura pero cuando menos, si una irresponsabilidad grave.

Bueno, que estoy en la montaña (rodeado de sabinas) y ocurre lo que tiene que ocurrir...que se pone a nevar...



Una nevada como las que nunca he visto y que al poco tiempo me obliga a buscar refugio (una cueva me servirá al efecto).




Debo de sentirme a gusto pues me figuro ser un oso cavernario. Tan a gusto que hasta ante esta idea siento como una sonrisa aflora a la comisura de mis labios pero que, a estas alturas, más que una sonrisa natural debe tratarse ya de la típica sonrisilla floja propia del nerviosismo pues, ¡si resulta que no hay ni cobertura!.

Si hasta llego a pensar que ahora mismo no sería cosa extraña presenciar el paso de un Neanderthal.


Hola Joe, ¿a dónde vas?.

A cazar un oso.

O sease... ¡a mí!.





A todo esto que entro y salgo de la cueva en repetidas ocasiones. Lo justo para escoger una e irla sacando a los pocos ya que la situación dista y mucho de ser la ideal.

Si en un principio, la idea era la de hacerme con dos sabinas, ahora ya solo tiene cavida la idea de que será solo una pues la temperatura, de los 6º C que hacían cuando llegué, se había desplomado has los -1ºC. Lo cual no solo lo dejan a uno aterezado de frío sinó que además resta fuerzas y tacto, no sólo en las manos sinó también en los pies.

Está también siempre presente la preocupación de la bajada pues, si ya en condiciones normales resultar ser cuando menos complicada, con la presencia de agua nieve en las rocas se prevé no sólo ya complicada sinó hasta peligrosa. Como de hecho resultó ser (os puedo asegurar que varias fueron varias las ocasiones que dí con mis huesos en el suelo), por fortuna sin resultar ninguna de ellas de gravedad.
Y, por si fuera poco, a lo lejos, además, tanto el coche como el pequeño camino de tierra que me había llevado hasta la falda de la montaña aparecían cubiertos de nieve...










Vamos, la pesadilla de cualquier bonsaika.




Es por todo esto que os comentaba aquello de





                                              NO IR NUNCA SOLOS






No hagais como aquel diu...





Y el resultado de ese día tan estupendo:









SALUDOS.

jueves, 17 de mayo de 2012

Nuevas inquilinas III

Otra de las sabinas de este año y, aunque el post lleve por título el que ya sabeis, este bien que podría haberse titulado: Tierra y mar.

Aquí en Galicia, todo parece girar en torno al mar y con esto del bonsai no iba a ser menos y sinó, fijaros en la "maceta" que he utilizado para plantarla. Se trata de una cesta para palancres de las que conocen muy bien los marineros de la zona.






Multitud de agujeros de serie y escaso peso, junto al también escaso precio de la misma, hacen de ella una muy buena candidata para plantar nuestros yamadoris.

 Tenerlo en cuenta.





SALUDOS.

lunes, 14 de mayo de 2012

Nuevas inquilinas II

Otra de las sabinas de este año a la espera de que dé síntomas de estar moviendo. Y no será por raíces ya estas ocupan prácticamente la totalidad de la maceta de tokamelmame en que esá plantada.







Cuzemos los dedos.




SALUDOS.

viernes, 11 de mayo de 2012

Nuevas inquilinas I

Voy a ser breve porque de lo que se trata es de mostraros unas pocas sabinas que este año han pasado a formar parte de mi colección, a la espera de que enraízen.

Breve porque voy a estar demasiado ocupado estando de rodillas y rezando para que no se me mueran en el intento...algo así como diez mil padre nuestros y diez mil avemarías.

Bueno, eso y con algo de ayuda de la glucosa que nos comentan en el blog del Tim.

AAMÉN.










SALUDOS.