Ni que decir tengo que el huerto, de mi propiedad ( en realidad es de mis viejos), es donde hasta ahora tenía mis intentos de bonsai amontonados de cualquier manera.
Confieso que hasta la fecha y ante la inminencia de alguna visita no podía dejar de ponerme nervioso ya que no sólo tenía a estos amontonados de cuaquier forma sinó que además, el huerto, la mayor parte de las veces húmedo, cuando no mojado (recordad que esto es Galicia), causaba la molestia, inevitable, de que el visitante se marchase con los zapatos completamente embarrados, causándome esto último y a la postre no poca verguenza.
Decidido a ponerle remedio a esto y, coincidiendo con el primer aniversario del blog, me he puesto manos a la obra. El resultado (por el momento) es el que podéis ver en las fotos.
No persigo con ello grandes pretensiones de convertirlo en un jardín que sea la repera. Ni siquiera que sea un jardín al estilo japonés. Si espero que sea cuando menos funcional y agradable a la vista.
¡Ah!, y a poder ser que no ensucie. Uno en el cual el visitante se valla con el cazado limpio y bien limpio.
Con eso me conformo.
Si quieres te apoyamos con los comentarios para que se los enseñes a tus padres. Y yo, mientras tanto, con los dientes largos por tener así sea la mitad de ese huerto (siempre quejándome con lo mismo). Parece que una fiebre recorre la península para ver quien deja mejor su jardín de bonsái. Te esta quedando guapísimo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muy guapo proyecto. Ando con el mismo tema pero más atrasado que tu.
ResponderEliminarMe alegra mucho leerte de nuevo.
Un abrazo.