Mega aliso

Dos años han pasado ya desde que recolecté este aliso en la ribera de un arroyo y, durante este tiempo apenas si le he hecho cambio alguno en cuanto al ramaje se refiere (tan sólo algún defoliado parcial y pinzado).

Por lo general no soy muy partidario de recolectar árboles de un porte considerable como es el caso pero ante este tuve a bien el hacer una excepción pues me pareció por aquel entonces el ver en él un algo, un no se qué (todavía está por ver si acertadamente o no) que el echárselo a la espalda pareciese merecer la pena.

Pues bien, pasados dos años, si algo he aprendido de estos ejemplares de un porte más bien grandecitos es que a la hora de moverlo o trasplantarlo te obliga a solicitar la ayuda de otros aficionados que siempre, siempre, terminan por convertir una tarde de pasión por el bonsái, la mayoría de las veces solitaria, en un pasión compartida...y eso, no tiene precio.

Y esta iba a ser una ocasión de esas ya que para tanto para trasplantarlo como para reducir la anchura del mismo pude contar con la ayuda del amigo y compañero de afición Alex Rey.
Y no fué sino el amigo Alex, quien pertrechado de motosierra el que separó a nivel del nebari los dos troncos en que se bifurcaba hasta ahora (tal era el grosor del mismo).

Bueno, que os dejo con la minievolución de este prebonsái de aliso con las fotos de su antes y después, la última de las cuales también facilitada por Alex pues lo que es a mí, de nuevo y por no variar, se me olvidó la cámara.



Oootro árbol pendiente de su primera sesión de alambrado...








Saludos.