Seguidores

jueves, 29 de agosto de 2013

Mi primera vez

Mi primera vez y no, no seáis mal pensados. Mi primera vez por cuanto este árbol significó mi "ingreso" en este mundillo del bonsái.

Corría el año 2003 y como por aquel entonces no tenía ni idea de como puñetas era como es que se hacía un bonsái, se me dio por recolectar un plantón de aliso.

Un plantón que, por sus dimensiones, no superaba el tamaño de un lápiz y el grosor de una cerilla.

Por desgracia no tengo fotos de aquellos primeros estadios de formación. Lo que si tengo es una foto de tres años después, cuando ya había crecido considerablemente y le había dado ya una primera formación al tronco, aplicándole curvas mediante alambre.





Como curiosidad, deciros que la formación de este árbol hasta el momento la he realizado a base de defoliados constantes (no se le han realizado sustituciones a nivel de tronco).

El planin de trabajo a seguir era la de defoliarlo por partes. Primero la zona apical, al cabo de dos semanas la parte intermedia y dos semanas después las ramas más bajas.
La idea era la de que siguiendo esta pauta la ramificación fuese adquiriendo una mayor grosor a nivel de ramaje a medida que se iba defoliando de arriba hacia abajo.

Era de esperar que esto también tuviese consecuencias a nivel de tronco por cuanto lo que se esperaba es que éste adquiriese a su vez conicidad y que,  mediante esta "técnica", tampoco presentase las cicatrices que, por otra parte, si presentaría si lo hubiese llevado a cabo mediante sustituciones.






El hecho es que han pasado diez años  y aunque está todavía muy lejos de "estar terminado",(espero en los próximos años dotarlo de una mayor engrosamiento en su parte parte baja y media), así como la de darle un primer alambrado al ramaje (nunca lo he hecho); lo que está claro es que en esta afición nuestra, la paciencia sí es necesaria.





SALUDOS.

4 comentarios:

  1. A mi este tipo de trabajos me motivan un montón, porque reflejan la pasión de quien los cultiva. Además me gusta la solución que le has dado, porque parece un árbol caduco en miniatura, y de eso se trata, vamos.

    ResponderEliminar
  2. Hola Pablo, compañero.

    No sé si es pasión o locura lo que nos lleva a realizar bonsáis desde plantones, pero el caso es que una vez puestos...
    Por suerte, siempre nos quedará el yamadori.

    Espero poder ir mejorándolo poco a poco y que con el tiempo, al menos, sea meritorio de exponerlo.
    Ya sabes, paciencia que debemos tener...no queda otra.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  3. Un resultado muy natural, la ramificación es estupenda.Imagino que en estos años también habrás alambrado bastante.
    Enhorabuena por el resultado, no dejes de mostrarnos su evolución
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  4. Me gusta mucho la evolución que ha tenido desde que era un plantón. Un trabajo de muchos años pero con un resultado muy gratificante. Me gusta especialmente el acabado natural que tiene.
    Saludos

    ResponderEliminar