Ahora que con la llegada del verano los trabajos a realizar en nuestros árboles han pasado a un segundo plano, en que tan sólo los controles de plagas de rigor, algún defoliado o alguna que otra mirada puesta en el riego se me antojan insuficientes para colmar mi afición cada vez mayor por este mundillo, es por lo que he vuelto a darle de nuevo al lápiz.
Y el resultado es el que sigue:
Pero es que también se me ha dado por darle a la escritura así que si me perdonáis...
VERANO
Días son de sol ardiente,
de los desnudos cuerpos
agobiados aún en sombra,
y la reseca lengua
a pedir no acierta
días todavía más benignos
para el cuerpo cansado.
Días son de sol ardiente,
del estar tumbado,
blancas pieles, pieles morenas,
sol, toallas y agua salada.
Y corre, corre!,
que la arena quema!
El joven realiza sin esfuerzo
los esfuerzos que cualquier
deporte requiere y,
en convocada reunión social los ancianos
regulan las respiraciones
al estado de sus cuerpos.
Días son de sol ardiente!.
SALUDOS.
El dibujo, como siempre, impresionante.
ResponderEliminarEsta nueva faceta que nos muestras..... sobresaliente sin más. Te felicito por ambas cosas.
Un abrazo.
Miraaaaa....ya te echábamos en falta y con que nos vienes, con dibujo y poesía. ¡¡Casi nada!!. El dibujo, impecable, como siempre y la poesía, bueno, no eres Miguel Hernández, aunque seguramente tampoco pretendas serlo. Felicidades por ambas cosas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas gracias, se te echa de menos.
EliminarOtro ejercicio de imaginación fantástico. Se echaba de menos. Ánimo con la poesía.
ResponderEliminarUn abrazo
Laa primera parte de la entrada no me sorprendió mucho conociendote, la segunda si y gratamente.
ResponderEliminarUn abrazo.
El dibujo es sencillamente impresionante.
ResponderEliminarYo también te animo a que sigas con la poesía, y que veamos, como con los árboles, la evolución de los versos.
Un abrazo