Beial responde a la contracción de dos nombres propios, una pareja que ha hecho de la pasión por el bonsái su estilo de vida.
Seguidores
domingo, 26 de febrero de 2012
ALNUS
El alnus glutinosa o aliso (ameneiro en mi tierra) no es que se prodigue mucho en Galicia como bonsai, a pesar de su facilidad a la hora de enraizarlo tras su recolección. Basta con que se le aporten unas buenas dosis de agua en abundancia para que este enraize con relativa facilidad.
No por ello acostumbra a vivir en los márgenes de los ríos y en donde, las raíces, suelen estar totalmente sumergidas la mayor parte del año sin que por ello se resientan. Es más, parece ser que sea esta circunstancia lo que hace de él un habitual en el paisaje gallego. Allí donde corra el agua, es muy probable que el paseante se encuentre frente a frente con magníficos ejemplares, pudiendo a llegar a medir estos en altura, la nada desdeñable cifra de una treintena de metros.
En cuanto a la adaptabilidad de la especie como bonsai, uno de los artistas gallegos que más empeño está poniendo en que se la valore en su justa medida no es otro sinó que JUAN LIÑARES , pudiéndose ver entre sus ejemplares varios especímenes de considerable belleza.
Tampoco es que tenga mucha relación con otros aficionados gallegos, por lo que pueda que la predisposición del aficcionado gallego hacia esta especie sea, quizás, más habitual de lo que a mí me pueda parecer. El hecho es que, de ser así, no es que se prodige mucho en las exposiciones.
Pero bueno, yendo al meollo del asunto, con la foto que os adjunto lo que pretendo es mostraros un...ameneiro (ya me ha salido la vena) de reciente incorporaciòn a mi colección particular.
La verdad es que este árbol ya lo venía observando desde hacía unos años y, como quiera que crecía sobre una roca parcialmente sumergida en medio de un arroyo, ya sea por indecisión, bagancia, por no quererme mojar los pies o simplemente debido a su considerable tamaño (90cm de altura y también 90cm de nebari), había estado posponiendo su recolección.
Pero llegado a este 2012 y, observando que el caudal se había reducido drasticamente, al final me decidí a ir a por él. La primera sorpresa es que para poder recolectarlo no tengo siquiera que mojarme (basta con sortear el caudal del arroyo saltando de roca en roca) y la segunda, es que el mismo se aposenta sobre la roca que lo hospeda de tal forma que solo tengo que tirar de él para que salga con un nebari absolutamente plano y sin tener que cortar apenas raíz alguna.
Pero y, para terminar, AQUÍ PASA ALGO RARO...¡¡¡EN GALICIA NO LLUEVE!!!
Saludos.
P.D. Ya sé, ya sé. Mucha letra y pocas fotos pero es que se estaba poniendo el sol, jejeje.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
¡Bicho de aliso! Por aquí le llamamos abineiro y tengo alguno también, pero mucho más pequeño (y mucho más feo). Estupendo ejemplar. Permíteme que me ponga un poco amarillo de envidia sana.
ResponderEliminarUn saludo. César.
Hola Buxán.
ResponderEliminarPues ya somos dos los que tenemos un ejemplar de ameneiro/abineiro; y los que habrá que también los tengan...
Gracias por tus palabras y bueno, tiempo habrá para que te pongas más amarillo de envidia con respecto a personas que llevan más tiempo en esto y con más y mejores ejemplares, jejeje.
Un saludo. Alberto.
Pues sí que es un ejemplar de envergadura.
ResponderEliminarAdemás lo hasa escogido con el vicio del tabaco incluido.
Yo nunca he tenido un amieiro (así le llaman por aquí)
Me gusta ese árbol.
Un saludo.
Hola Jose:
ResponderEliminarNo, si de envergadura no anda mal, jejeje. Y si te digo que me lo eché a la espalda yo solito...y sí, con el pitillo en la boca. Claro que luego lo escupí, jejeje. Es mucho mal.
Es un placer que te pases por aquí.
Un saludo.