Continuando con el post anterior, vamos a ver ahora cuales son los pasos a seguir a la hora de sentar las bases de lo que será el futuro bonsai.
Esto consistirá básicamente en sopesar todos los pros y contras que nos determinarán un frente, un ángulo de plantado y así como una base a partir de la cual empezar a estructurarlo.
Así como en el caso de una edificación no se empieza por su parte superior, en bonsai pasa otro tanto. El modo de proceder es siempre de abajo hacia arriba. Empezaremos pues por su base, destapándolo en la mayoría de las veces hasta encontrar el arranque de las raíces principales. A esto y antes de empezar con ninguna intervención en su parte aérea (ramaje), habrá que sumarle además una limpieza a fondo del tronco, saneando maderas muertas y o creando jines o sharis si procede.
Escogiendo el frente:
Después de estudiar detenidamente la dos opciones posibles que se me ocurrían como posible frente, al final me he decidido por el de la primera de las fotos. Se le ha aplicado eso sí una ligera correpción del ángulo de plantado quedando finalmente de la siguiente guisa.
Uno de los inconvenientes del clima gallego es, entre otras cosas, la excesiva humedad ambiental que hace que, en sólo unos meses, un substrato limpio de malas hierbas o musgo se cubra en muy poco tiempo de éste último.
Se hace pues imprescindible una limpieza a fondo. Esto, además de proporcionarnos una mejor estética, a la larga nos evitará más que posibles podredumbres. Máxime cuando éste entra en contacto con zonas de madera muerta como es el caso.
Tras la limpieza de la base (para ello únicamente he utilizado un cepillo de dientes), así es como ha quedado.
Si os fijais, vereis que la sabina arranca a dos venas, bien diferenciadas y, aunque aparentemente éstas terminan fusionándose en su parte superior para formar una sóla, no es el caso. Hasta aquí todo muy bonito sí, pero esto en el siguiente proceso de modelado habría de causarme más de un dilema como os explicaré debidamente en el siguiente post.
Valga la siguiente foto como pista de éste dilema que os estoy comentando.
Y para finalizar éste post, os recuerdo lo conseguido hasta ahora. Una limpieza de la base (con dilema incluído), un frente y un nuevo ángulo de plantado.
Aparentemente todo parece indicar que se tratará de un inclinado a secas y, digo aparentemente porque en realidad se tratará de algo más complicado que eso. Pero ésto no será sinó en el siguiente post.
Saludos.
Con una entrada parecida me enganché a este blog.¿Te acuerdas de cuando se rompió la dremel?.
ResponderEliminarUn abrazo.
Y no voy a acordarme...la muy puñetera. Como que tuve que comprarme otra, jejeje.
ResponderEliminarSirva pues éste post también para que sigas ahí pendiente.
Un abrazo.