Tras una larga caminata me llevo la primera sorpresa: un juniperus conmunis aparentemente fusionado con la roca que lo hospeda en un hueco de la misma a modo de maceta natural.
Lástima que la roca pese aproximadamente una tonelada de nada.
Saludos.
Beial responde a la contracción de dos nombres propios, una pareja que ha hecho de la pasión por el bonsái su estilo de vida.
Hay que acostumbrarse a llevar compañia por si a caso jejeje.
ResponderEliminarUn abrzo.