Seguidores

viernes, 17 de agosto de 2012

Por fascículos IV







 Llegado hasta este punto, debo decir que el resultado me estaba gustando (me agradaba a la vista) y, sin embargo, no dejaba de apreciar cierta similitud en la ejecución de la misma en todas sus partes.
Por similitud, me refiero al tamaño de los huecos u oquedades, por parecer guardar relación entre sí en cuanto a tamaño. Pareciera como sí la "inclemencia del tiempo" (que es a la postre lo que intento recrear), hubiera obrado por igual en todos lados.

Teniendo presente esto pues como un defecto en la ejecucción de la misma, me decidí a practicarle una oquedad más acentuada (más grande) en su parte media, por aquello de romper en cierta medida con la uniformidad que venía de estar repitiendo.

De lo que se trataba era de simular como una parte del tronco (por los motivos que fuesen), hubiera sufrido en mayor medida las inclemencias del paso del tiempo, pudríendolo y dejando, por esto mismo, una oquedad mayor.


En la siguiente foto adjunta, podeis ver la zona a tratar y es también, gracias a esta parte, en la que me basaré para tratar de explicar las benevolencias de las cualidades de la fresa de la que ya os hacía mención en el post anterior.







Vista la zona a tratar y vista la fresa, comenzaré por decir que las cualidades de la misma es que, a pesar de su apariencia, con ella se pueden conseguir no solo ya canales (cual regatos que el agua en su descenso durante decenios hubiesen dejado a modo de impronta en la madera), sinó también oquedades y, según en que ángulo la utilizemos, curvas en mayor o menor medida.

No en vano, es con esta misma con la que estoy realizando la mayor parte del trabajo de tallado.



A continuación os dejo con la evolución que ha sufrido hasta el momento la zona que os comentaba, a falta todavía de aplicarle el detalle. Detalle que se conseguirá con otra/s fresa/s.













Sin embargo, he decidido llevar de nuevo el árbol a su estante porque...¡que coño!, que estamos en verano y que voy a aprovechar algunos días para irme a la pisci.








Pero no sin antes recordaros el antes del mismo. Un antes que podría calificarse por el momento, sin su después.
Pues todavía falta por tallarle la parte baja (la de arrás de substrato), la parte de arriba (la que muestra el corte de sierra) y así como aplicarle el detalle, mucho detalle.








Saludos y hasta la próxima.

4 comentarios:

  1. Bonito trabajo. Muy creíble está quedando, que en definitiva es de lo que se trata.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. Es un trabajo fantástico, al menos para mi. ¿Cuanto tiempo lo llevas dedicado? es otro dato para valorarlo.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  3. ¡¡¡Fabuloso!!!.....y me.sigue pareciendo natural. Buen trabajo, si señor.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  4. El cambio es espectacular y se ve muy natural ya ahora, me imagino cuando pase medio año de riego y sol por encima... fantástico.
    Y tienes toda la razón, debes dejar que descanse la Dremel para que no se estropee. Es buena idea lo de alejarse de ella y, ya que no hay más remedio, visitar la piscina o la playa... todo por el bien de la máquina :))))
    Un abrazo. César.

    ResponderEliminar